lunes, febrero 21, 2005

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Nos decidimos a emprender un viaje hacia algún paraiso tropical, tu y yo solos, despues del arrivo decidimos ir a divertirnos ya que la noche es joven y prometedora.
Despues de pasar un rato en un club nocturno, decidimos salir de ahi para continuar la velada en la playa junto a la fogata, y de entrada despues de estar en el desmadre durante varias horas y de pie, la sensasión de poder quitarnos
los zapatos y sentir la arena ya es relajante para poder platicar frente al fuego y de la refrescante brisa veraniega.
Aunque es de noche el calor es abrumante por lo que nunca esta de mas una friísima cerveza, cuando de repente, cuando la luna brilla a todo lo que da, lo bronceado de tu piel refleja la luz creando un espectáculo hipnotico, y la imagen retira mi atención de la cerveza para ver tu piel y como la brisa mueve tu cabello haciendo una imagen en extremo estética... mientras te observo y tu estas distraida, aprovecho para acariciar tu hombro ligeramente con el
cuello de la botella para luego darle la orportunidad a la llema de mis dedos y darme cuenta de que la
imagen es real.
Cada ves mas real y sincera la sensación...
mis labios no soportan evitar mas el tiempo de sentir tu piel y besarte bajo tu mejilla dandome un poco de
tiempo para llegar a tu cuello...
aunque en el fondo me inquieta saber que podrias estar pensando, sería mas imperdonable la idea
de no hacerlo...
Quizá es el cansancio o el exceso de alcohol en la sangre que me hacen perder en ocaciones
el equilibrio, pero tu pareces estar integra, bailando sin problemas...
Cuando mis piernas ya no soportan mas, rendido me recuesto sobre la arena y tu absorta sigues bailando, para mi creo que no hay mejor regalo que verte bailar con los ojos cerrados llevada por la musica.
El que estes tan concentrada me da la oportunidad para observar las lineas y curvas de tu cuerpo que se dibujan sobre tu ligero vestido... a un metro, de mi quizá un poco menos trato de alcanzar tu falda para jalarte un poquito pero no te alcanzo, despues de varios intentos logro pescar un pedacito de tela que se me fué en un giro tuyo tempestivo, hasta que en el último de mis intentos alcanzo tu pierna izquierda y solo me detengo para medir la sensación de tu piel y subir poco a poco mi mano por tu pierna, y cuando llego a tu muslo giro la cabeza para verte... tu tan quieta me observas con una mirada tan tierna pero al mismo tiempo sensual que acompaña una lijera mueca tuya que sin decirlo aprueban mis caricias, y me enseñas la puerta hacia lo que es la pasión, el jubilo que no puede contenerse... que golpea nuestros pechos exaltado por salir... y que marca el inicio de lo que es el deseo desenfrenado...
AGR