jueves, junio 09, 2005

Un Encuentro Temprano

Sentado en el transporte público me encuentro, observo el fluir de las personas a lo largo del camino que recorro, como van y bien, abordan y bajan del transporte, y no pienso en nada en especial, es una de esas situaciones en las cuales vas con el entorno moviendote a la misma velocidad que él, solo te adaptas y mueves tu atención a aquello reelevante que te presente el entorno; De pronto algo curioso llamo mi atención, aborda una familia de tres integrantes: padre, madre y una nena de aproximadamente dos años y medio, lo que llamó mi atención fue que la chiquita era muy activa y hablaba mucho, decia muchas ocurrencias curiosas clasicas de una niña de su edad, y yo soy muy observador, metiche tal vez, y me encanta observar la conducta de los niños pequeños, y me percate que el papá era quien tenia en ese momento la tarea de cuidar a la pequeña, y la manera de hacerlo me recordo mucho a caracteristicas naturales de otras especies, donde el padre muestra con orgullo a su vastago, este hombre hacia lo propio con su realmente simpatica y linda nena, sonreia a todo aquel pasajero que admiraba a su bb, y se le notaba gusto cuando miraban con ternura y gracia a su pequeña, un orgullo de saber que tu familia es algo reelevante para los demás, y asi pasaba el tiempo y muchas personas prestaban atención a la nena, llego al punto en que, sin yo exagerar, la mayoria de los pasajeros se encontraban atentos a toda actividad de la chiquita, y no era para menos, su risa era curiosa y la verdad era una nena muy simpatica y bella, pequeña, piel blanca, cabello castaño claro y chino moderado, ojos cafés, y sus ocurrencias eran de lo mejor, saludaba a la calle, gritaba cosas que le parecian reelevantes (se emocionó al ver un semaforo cambiar de luces) sonreia a los pasajeros, en fin, una de esas bebés que llaman la atención; continuando el camino ocurrió algo que le dío el toque que me hizo escribir acerca de esto; abordó el transporte otra familia de igual tres integrantes y que solo diferia en que la nena que integraba esta familia que acababa hacer presentación era de descripción distinta, esta nueva nena era: pequeña, piel morena, ojos negros y cabello negro en corte de hongito, pero tenía igual o más angel que la que hasta ahora acaparaba la atención de todos, y ahora veran por que lo digo, y comenzó una batalla tan blanca y pura que es digna de relatarse, lo primero que hizo la recien llegada nena fue increible, su espontaneidad dejo a todos asombrados y expectantes de que más sucedería. La nena se acercó a la otra pequeña a sonreirle, acariciarle el cabello y decirle "hola nena!" con un enfasis propio de aquel saludo que brindas a tus más queridos, esto casi ocasiona un "ahh" de ternura generalizado, lo cual no ocurrio y solo todos se limitaron a sonreir para si mismos tan simpatico acto, la "werita" (digamosle asi a la primera pequeña para poder diferenciar a ambas) sorprendida de tal acto, lejos de asustarse, alejarse, o resguardarse en su papá con pena, demostró ánimo de querer dejar en claro quién sería la bebé más linda de ese día, la "werita" bajó de las piernas de su papá y extendio la manita a su recién conocida amiga y con el mismo enfasis regresó el grito de "hola nena!" y así empezo el duelo que más recordaré por ahora, ambas después de saludarse como si fuesen una misma, se dispusieron a platicar como si fuesen dos de las más conocedoras personas de este mundo, se preguntaban entre ellas todo aquello que les causaba interés y su platica era para grabarse y reír de tanta ternura que tenia, mientras tan increible suceso se daba, observe a ambos padres y se les notaba en el rostro el placer de ver a sus pequeñas tan sobresalientes y llamando tanto la atención, entre los padres solo intercambiaban miradas y gestos de educación, y ponian absoluta atención a sus pequeñas ya que ambas ya se encontraban juntas dialogando seriamente acerca de todo aquello que la vida te da a los dos años y medio de edad, en ese momento puedo asegurar que toda persona estaba poniendo atención a tan singular suceso, les podria redactar fragmentos increibles de la conversación que entablaron tan distinguidas y cultas pequeñas pero sería extenderme demasiado y además me gustaría conservar tan grata y graciosa experiencia para mi aparte de que no me gustaría parecer más infantil de lo que ya al estar redactando acerca de esto, solo continuaré con la conclusión de esta unica reunión. Pasaba el tiempo y la platica de ambas era cada vez mas amena para ellas, lo denotaban sus estruendoas risas que se escuchaban a lo largo y ancho del transporte, el ver eso fue ver como a esa edad el mundo es perfecto y como todos somos iguales no temes a nada ni a nadie y eres capaz de darle confianza a quien sea que tu consideres, un niño cuando es asi de social siempre platica con todo aquel que esta frente a él, y en este caso al encontrarse dos pequeñas similares en actitud, fue como si cada una de ellas hubiese encontrado el guante de su otra mano, esa actitud es lo que me llevo a escribir esto.
En cierto punto del viaje los padres llamaron a sus pequeñas argumentandoles que era hora de partir, que habían llegado a su destino, tan coincidente fue esto también ya que ambas familias bajaban en el mismo punto, al percatarse de esto la "werita", ahora ella tomo la iniciativa y se dirigio a su amiga ya del alma y la tomo de la mano y bajaron juntas seguidas de sus padres sonrientes, los cuales creo yo tendrán este recuerdo dentro de los mas increibles, yo si la conservaré como una de mis anecdotas mas curiosas, y con esa imagen vi alejarse a ambas pequeñas juntas, hasta donde se perdia la vista las observe juntas, y después de ese momento posiblemente jamás se vuelvan a ver, pero si es que cuando ya grandes llegase a ocurrir que se encontraran de nuevo considero que sería inmediato el reconocimiento de ambas y con ello el retomar lo que inicio tempranamente... una amistad.