miércoles, marzo 23, 2005

CaCeRíA

Lugar: La cocina de mi casa
Hora del suceso: 2 a.m.
Desarrollo del suceso:Son las 2 a.m. me encuentro recostado en mi cama tratando de dormir, desde hace una hora estoy tratando de dormir, no hay nada mejor que hacer, ya estuve en Internet, ya vi televisión, ya jugué videojuegos, incluso trate de leer, nada me mantenía entretenido, sufrí la evolución clásica, flojera-sueño, pero tuvo una variante inesperada, después de creer que tendría sueño, no pude dormir, llevo una hora tratando, y aún no concilio el sueño, de repente me encuentro pensando en los motivos de mi falta de sueño, no me siento cómodo como para dormir aún, algo me hace falta, después de 15 minutos de pensar al respecto intuyo que es sed lo que tengo, me dispongo a bajar a la cocina, tomo mis sandalias y bajo, llego a la cocina y prendo la luz... en ese momento todo cambio, ahí se encontraba él, observándome fijamente, retador, no se inmutó ante mi presencia, comúnmente corren despavoridos cuando nos ven, me extraño esa actitud, se encontraba en la zona de la tarja, cerca del triturador de desperdicios, y note que estaba alimentándose de ellos, lentamente me fui acercando, él en respuesta se colocó en posición de alerta, se disponía a huir después de todo, y en un movimiento rápido, trate de golpearlo con un trapo de cocina con la intención de que cayera al triturador y poder encerrarlo ahí, obviamente nos soy tan ágil de reflejos como este astuto ratón, me burló y se escabullo por un hueco entre el frutero y la alacena, me dije entonces: “bueno, ya habrá tiempo mañana para poner las trampas” me dirigí al refrigerador, saque un jugo de frutas, y lo bebí, realmente tenía yo sed, sentí ese alivio que nos da después de que hacemos algo que requeríamos, cerré el refrigerador, y de nueva cuenta este desafiante roedor, se encontraba otra vez en el triturador de desperdicios, pareciese que solo se estaba burlando de mi, no temiendo a mi presencia, regresó aún después de que lo ataque, sinceramente este roedor comenzó a retarme directamente, ya que me volví a acercar pero esta vez ni siquiera le dio importancia, él seguía comiendo, estaba tan seguro de que me burlaría que no se alerto ante mi acercamiento, esta vez me acerque lo suficiente, podría haber asegurado que no escaparía, de nuevo ataque con la intención de encerrarlo en el triturador, y me volvió a burlar en un ágil movimiento, son tan escurridizos estos roedores, ahora en este momento fue cuando supe que no podría dormir hasta que atrapara a ese ratón, me dispuse a cazarlo... cubrí las salidas de la cocina, incluso obstruí la salida al patio trasero, yo tenia que atraparlo, no me bastaba con que saliera de la casa, identifique los lugares por lo cuales podría huir de mi asecho, y obstruí hasta el más pequeño de los orificios de los muebles de mi cocina, tome una escoba y comencé a mover los lugares donde podría estar oculto, fue cuando metí la escoba detrás de la alacena, y ahí estaba, salió rápidamente hacia la puerta de la cocina, se topó con que el borde inferior estaba obstruido, lo tenia atrapado, me dispuse a golpearlo con la escoba pero el no se iba a rendir tan fácilmente, lo trate de golpear, él esquivaba, y lo intente otras cuantas veces más y seguía haciendo demostración de gran habilidad, si me hubiesen visto solo podrían haber reído de la imagen, yo en pijama con sandalias, golpeando por toda la cocina con una escoba, se escabullo por la puerta de los sartenes y las ollas, me dije: “maldición este ratón no pasa de hoy” y aquí comenzó el arduo desorden que dejé en la cocina... abrí las puertas del mueble donde entró, y saque todo, cual fue mi sorpresa al observar que ese lugar no había sido limpiado en eones!! Una enorme variedad de arañas salieron a reclamarme, una realmente me asusto, era grande y negra, la maté, no tenia opción, continué el asecho al pequeño roedor que había ocasionado que me olvidase de la hora y me encontrara cazando ratones... y en el rincón estaba una gran olla, supuse que estaría ahí, no, no estaba solo había otra araña... y observe que esta sección del mueble se encontraba unida a la parte donde se guardan los víveres!! Me preocupe de lo que mi indeseado huésped pudiese haber ocasionado en este lugar... abrí la puerta y saque todo lo que se encontraba, latas, pastas, arroz, cereales, frascos, especias, todo lo saqué, no había rastros del intruso, y pensé: “cómo podré yo hacerlo salir??” ok, la técnica del humo no funciona si alguno de ustedes la intenta... solo logre llenar la cocina de humo... tuve que prender la campana de la estufa, después se me ocurrió traer a un cazador nato, fui por mi mascota, la pelusa, una maltes miniatura que siempre que tocan hace alarde de su valor y va y ladra hacia la puerta, con sus escasos 20 cm de altura y no más de 40 cm de largo, creí que podría ser la solución para hacer salir al ratón, la desperté, y la lleve conmigo a la cocina, en efecto tuve razón, comenzó a olfatear, y gruñir hacia la parte posterior del horno, tomé mi escoba y alenté a mi pequeña sabueso: “Échatelo pelusa!! Ataca!!” rápidamente se metió tras el horno, y el roedor salió asustado y confundido, yo lo esperaba con la escoba y lo correteaba mi mascota, se percato de que yo estaba esperando listo para golpearlo, lo golpee, me esquivo!!, observo a mi sabueso y se dirigió contra ella!! Al ver esto todo el valor de mí “súper cazadora” se fue al diablo, y salió chillando de la cocina... yo seguía arremetiendo con mi escoba y se oculto esta vez detrás de los refrigeradores, ya estaba yo más que desesperado por atraparlo, comencé a mover los refrigeradores y se encontraba detrás del segundo, lo malo es que deje mi escoba para poder mover los refrigeradores, ahí estaba y corrió en sentido contrario a donde yo estaba, al mover bruscamente uno de los refris, la escoba cayó y esto hizo que el ratón cambiase la dirección, ya muy confundido y asustado, corrió hacia donde yo lo esperaba, sin algún tipo de arma, en ese momento solo podía pisarlo, y así lo hice lo pisé, lo suficiente como para aturdirlo, tome la escoba y lo volví a golpear, no con tanta fuerza no quería destrozarlo en el suelo de mi cocina, luego tener que limpiar y eso pues no, solo lo golpeaba para aturdirlo, fueron 3 golpes suficientes para dejarlo ahí tirado, aun vivía, era evidente su respiración, me arriesgue a ir por el recogedor, que es de esos que tiene como que “puertita” lo abres para recoger basura y luego se cierra para evitar que esta salga del contenedor, y lo metí ahí, mi instinto de asesino aun no esta muy bien desarrollado, no pude matar al roedor, y pensé en opciones, no podía dejarlo en el recogedor eso era seguro, no podía soltarlo dentro de la casa, son fauna nociva, si lo soltaba en el patio trasero, tarde o temprano entraría a la casa de nuevo, así que pensé en soltarlo a la calle, observé el reloj, eran las 3:50 a.m., tome mis llaves, abrí la puerta, y con todo este tiempo el pequeño ratón ya había recobrado el sentido, y se encontraba inquieto por salir de donde se encontraba, salí a la calle en pijama... me pare lejos de la puerta por si se le ocurría correr hacia la casa de nuevo, y abrí el recogedor, corrió ávidamente a lo largo de la calle y lo perdí cuando doblo hacía la esquina, ingresé a casa, cerré, observe el reloj, 3:55 a.m. me dirigí a la cocina... todo un caos, acomode los refrigeradores, metí los víveres, acomode la batería de cocina, 4:20 a.m. hora de dormir, y eso hice, llegué a mi cama, me recosté, y dormir, cuando desperté, sentí la sensación de que algo estaba mal, algo había olvidado antes de dormir... bajé y supe inmediatamente que había olvidado... no encerré a mi cazadora... hizo todos los destrozos posibles, saco papel, saco su plato de comida, regó su comida por todo el suelo, hasta antes de escribir esto, mientras recogía el desorden, me dieron ganas de cazar a mi mascota...