La Historia De un Amor
Su Imagen
Todo comienza cuando un día como cualquier otro se torno distinto, tenía en ese entonces recién cumplidos 20 años, y dentro de mi monótona rutina diaria, la cual en ese entonces era solo mi carrera y mi casa, un viaje tras otro, sin alteraciones, todo un camino marcado que no podía ser alterado de ninguna manera hasta este día donde por primera vez la vi.
Me encontraba pues charlando con unos compañeros respecto a tonterías clásicas de una plática sin sentido, y divagando entre escuchar lo que decían y distrayéndome con cualquier evento inusual de mi entorno, en pocas palabras no estaba prestando atención a nada, y fue entonces cuando sucedió, ahí se encontraba ella subiendo las escaleras, esa imagen jamás la podré olvidar; era simplemente perfecta a mis ojos, una imagen celestial nunca antes apreciada por mi, era la chica mas increíble que nunca antes había visto, su sonrisa y sus ojos son las cosas mas bellas que la naturaleza ha traído a este mundo, su figura perfecta, sus facciones divinas, por algún motivo, tal vez fue que mi mirada fue tan pesada que la hizo notar que la observaba, ella volteo hacia a mi y nuestros ojos se cruzaron, maldita situación que ahora quisiese que nunca hubiese ocurrido de saber lo feliz e infeliz que iba a ser a su lado, al ver esos divinos ojos mi ser se estremeció en lo profundo, no creía que eso pudiese ser real, de donde vino?? Como es que nunca antes la había yo visto?? Y lo que más me inquietaba ahora era verla de nuevo aun cuando en ese momento aun me encontraba mirándola, sin siquiera tener conciencia de lo que hacia, continué observándola en ese momento, ella ya me había visto y al ver que yo no dejaba de mirarla simplemente siguió su camino, mis compañeros notaron mi estado y curiosos preguntaron que que me había pasado, no encontraba manera de explicar eso que sentía en ese momento, dentro de mi sabía que ese día había yo visto a la mujer de mi vida, con solo observarla lo supe, esos ojos me hicieron desearla al primer momento, y no un deseo carnal, si no un deseo de vivir juntos y crecer con el tiempo, ese deseo avasallante de querer lograr estar con alguien y hacerla feliz, y con ello ser feliz; me limite a responder que observaba algo fuera de lo común, que me disculparan por haber perdido la atención a la platica.
Desde ese día despertaba con el propósito de verla, pensaba en ella constantemente, mi razón me dictaba que era yo un loco por haber despertado tan inusual sentir por alguien a quien solo vi una sola vez, pero mi corazón decía y gritaba fervientemente que continuara con ello, que me esforzara por lograr algo, que eso me haría feliz y como todo aquel que le encanta ser feliz, decidí escuchar a mi corazón, ahora había una razón para esperar la tarde, el objetivo verla de nuevo, y así fue, esperaba cada día a verla llegar, y cada día fantaseaba con hablarle, con platicar con ella, con acercarme siquiera, pero todos mis perfectos pensamientos, que sin lugar a dudas hubiesen sido infalibles debido a lo bien elaborados que estaban, se quebraban ante mi cobardía para actuar, mi pavor por no saber que pudiese ocurrir, mi miedo a ser rechazado, y así pasé un mes entero, solo observando de lejos a mi amor, Solo contemplando su imagen lejos de mi.
Fue cuando...
To Be Continued
Todo comienza cuando un día como cualquier otro se torno distinto, tenía en ese entonces recién cumplidos 20 años, y dentro de mi monótona rutina diaria, la cual en ese entonces era solo mi carrera y mi casa, un viaje tras otro, sin alteraciones, todo un camino marcado que no podía ser alterado de ninguna manera hasta este día donde por primera vez la vi.
Me encontraba pues charlando con unos compañeros respecto a tonterías clásicas de una plática sin sentido, y divagando entre escuchar lo que decían y distrayéndome con cualquier evento inusual de mi entorno, en pocas palabras no estaba prestando atención a nada, y fue entonces cuando sucedió, ahí se encontraba ella subiendo las escaleras, esa imagen jamás la podré olvidar; era simplemente perfecta a mis ojos, una imagen celestial nunca antes apreciada por mi, era la chica mas increíble que nunca antes había visto, su sonrisa y sus ojos son las cosas mas bellas que la naturaleza ha traído a este mundo, su figura perfecta, sus facciones divinas, por algún motivo, tal vez fue que mi mirada fue tan pesada que la hizo notar que la observaba, ella volteo hacia a mi y nuestros ojos se cruzaron, maldita situación que ahora quisiese que nunca hubiese ocurrido de saber lo feliz e infeliz que iba a ser a su lado, al ver esos divinos ojos mi ser se estremeció en lo profundo, no creía que eso pudiese ser real, de donde vino?? Como es que nunca antes la había yo visto?? Y lo que más me inquietaba ahora era verla de nuevo aun cuando en ese momento aun me encontraba mirándola, sin siquiera tener conciencia de lo que hacia, continué observándola en ese momento, ella ya me había visto y al ver que yo no dejaba de mirarla simplemente siguió su camino, mis compañeros notaron mi estado y curiosos preguntaron que que me había pasado, no encontraba manera de explicar eso que sentía en ese momento, dentro de mi sabía que ese día había yo visto a la mujer de mi vida, con solo observarla lo supe, esos ojos me hicieron desearla al primer momento, y no un deseo carnal, si no un deseo de vivir juntos y crecer con el tiempo, ese deseo avasallante de querer lograr estar con alguien y hacerla feliz, y con ello ser feliz; me limite a responder que observaba algo fuera de lo común, que me disculparan por haber perdido la atención a la platica.
Desde ese día despertaba con el propósito de verla, pensaba en ella constantemente, mi razón me dictaba que era yo un loco por haber despertado tan inusual sentir por alguien a quien solo vi una sola vez, pero mi corazón decía y gritaba fervientemente que continuara con ello, que me esforzara por lograr algo, que eso me haría feliz y como todo aquel que le encanta ser feliz, decidí escuchar a mi corazón, ahora había una razón para esperar la tarde, el objetivo verla de nuevo, y así fue, esperaba cada día a verla llegar, y cada día fantaseaba con hablarle, con platicar con ella, con acercarme siquiera, pero todos mis perfectos pensamientos, que sin lugar a dudas hubiesen sido infalibles debido a lo bien elaborados que estaban, se quebraban ante mi cobardía para actuar, mi pavor por no saber que pudiese ocurrir, mi miedo a ser rechazado, y así pasé un mes entero, solo observando de lejos a mi amor, Solo contemplando su imagen lejos de mi.
Fue cuando...
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