A lie...

Ayer fue un día muy especial para mí, lo cual me dejo muchos pensamientos, muchas cosas que reflexionar y analizar. Me di cuenta que, aunque lo queramos ocultar, para todos es necesario platicar nuestros sucesos, sean problemas o no, siempre es necesario tener a un oído donde llegar y desahogarnos, necesitamos que nos reafirmen o por el contrario que nos regañen, necesitamos escuchar la opinión de personas queridas, escuchar opiniones de personas que tienen un lugar especial en nuestro corazón, a veces esas conversaciones nos ayudan a encontrar respuestas que no veíamos, a escuchar comentarios que nos sirven para reflexionar en lo que estamos haciendo, nos ayudan para saber si es en realidad lo que queremos

Escuchar la opinión de un ser querido, te ayuda muchísimo, te ayuda a descifrar enigmas de tu propia persona, te ayuda a ver las cosas de otra forma, te ayuda a salir, aunque sea por un momento, de esa cápsula en donde todos estamos, y mirar hacia adentro y ver (muchas veces) lo que en verdad esta sucediendo, nos ayuda a aceptar cosas que no queríamos ver, que queríamos ocultar, pero que son tan significativas y evidentes que las personas a tu alrededor son capaces de captar.

Pedimos consejo porque no estamos seguros de lo estamos pensando, sintiendo, haciendo; pedimos consejo porque hay ´algo´ que no nos deja estar en paz, no estamos seguros de lo nos sucede porque algo no nos cuadra. En la vida siempre hacen falta piezas, que nos ayudarían a descifrar nuestros enigmas, y al no tenerlas lo único que podemos hacer es tratar de rellenarlas con nuestra imaginación, analizando las otras piezas para saber que es lo que esta faltando; por desgracia cuando hacemos esto, invariablemente nos queda la sensación de duda, una sensación de no saber si en verdad es lo correcto, de no saber sí es verdad la que nosotros encontramos. Ahí es cuando nos encontramos con la necesidad de buscar a alguna persona que nos escuche, que nos dé su opinión y saber así si tal vez estamos en el camino correcto o si hay aún piezas, tanto de nosotros mismos, como piezas del entorno, que nos hacen falta encontrar, que nos hacen falta acomodar.

A veces me pregunto que porque no somos sinceros son nosotros mismos, porque tenemos la necesidad (absurda muchas veces) de ocultar nuestros verdades sentimientos, de repetir tantas veces esa mentira, que acabamos por aceptarla, que acabamos por enterrar la verdad y creer, creer en verdad que esa es la realidad, una pseudo-realidad que nosotros mismos construimos y que vivimos en ella, pero que es tan frágil como un castillo de arena, imponente y hermoso tal vez, pero tan frágil que una tormenta, por pequeña que sea, es capaz de derribarlo; dejándonos de nuevo sin nada, y con el reto una vez más de volver a construirlo...la ventaja está, en que cuando esto sucede nos damos cuenta de pequeños detalles antes omitidos, detalles que hacen que ya no sea tan frágil como antes.. sea cada vez un poco más difícil de derribar; y aún más cuando contamos con el apoyo de personas que nos facilitan verlos, cuestiones omitidas, cuestiones que tal vez, jamás las hayamos encontrado sin su ayuda....

Sé que es absurdo creer y pensar que algún día lo dejaremos de hacer.. ya que muchas veces ni siquiera nos damos cuenta cuando esto sucede, nos mentimos sin percatarnos... hasta que un día nos preguntamos .. porque lo hice? Y es ahí cuando nos sorprendemos de nosotros mismos, y es, cuando esa pequeña pieza aparece.


"Sé que es extraño. Pero prométeme que a menos de que fuera total y absolutamente necesario, no me mentiras. Porque en verdad te considero mi amigo”

.... porque sabes?.... eso duele demasiado cuando descubres lo contrario... (y saben porque lo digo)....