martes, julio 26, 2005

Nothing

Quien lo diría... quien pensaría que ahora me encuentro aquí, cuando fue que llegué? Cuando fue que me quedé?.. soñando que algún día me encontrara así en la más plena tranquilidad, en la mas plena serenidad, mi corazón late sin razón; puesto que no hay nadie aquí, no hay nadie con quien compartir, estoy sola; sin embargo, no me encuentro en la soledad, no me encuentro en el olvido o menos aún en algún castigo.

Mis grandes tormentas se fueron, mis grandes obscuros huyeron, aún así, no estoy en la claridad, aún sigo sin saber donde quedaré, aún sigo sin saber que me deparará esta inmensa espiral; estoy tranquila es todo lo que sé, no estoy segura eso también lo sé; pero sabes..? realmente ya no importa, ya no importa donde llegaré no importa si moriré o si viviré, solo importa estar aquí en este instante, en este pequeño instante donde te veo caer; verte caer a ti que osaste herir, a ti que dijiste no querer más saber de mí, a ti mi eterna compañera, mi gran Némesis, a ti mi eterna amiga de desasosiegos, de lamentos, de pesar y sufrimiento.

Sola me encuentro ahora, sin nadie a quien mirar, sin nadie a quien amar y menos aún odiar; sola estoy tratando de encontrar algún camino que seguir, tratando de reconstruir el pequeño castillo que destruí; buscando entre las ruinas algo que me pueda ayudar a recordar mi pasado, buscando algún pequeño recuerdo que me haga entender porque sucedió, no me duele eso lo sé, sin embargo me extraña el no saber; porque. Es como si, de algún modo, me hubiera sumergido en un inmenso mar, en una espesa niebla, como si; hubiera encapsulado todo sentimiento, y puesto un candado para no sufrir más, para no llorar más.

Y ahora lo sé, ahora lo entiendo, no pude más y solo cerré el corazón; abrí los ojos y fueron los que me hicieron seguir, caminando sin un sentir, recorriendo mil y un grutas sin salir herida, y a la vez, olvidando cada momento desde aquella vez, no tienen valor para mí aquellos recuerdos, no tienen valor para mí aquellos pensamientos, todos desde aquel día en que me escabullí entre mis pesares, aquel día donde me engañe y solo cerré sin haberlos resuelto, aquel día.... donde pensé que era mejor salir huyendo.

Lo entendí y ahora simplemente volví a abrir, para encontrarme con la sorpresa de que ya no están aquí, escaparon, o más bien, nunca se quedaron, venían conmigo a cada momento, detrás de mi, mis ojos no los vieron, y mi corazón encerrado, no pudo advertirlo; detrás de mí estuvieron todo este tiempo, recorriendo cada paso que dejé, y sobrevolando mi cabeza, cual demonios, y sin más; sin darme cuenta siquiera fueron desapareciendo, mi subconsciente los reconoció y aún así los ignoró; me manejó, mis grandes tormentas caían sobre ellos, se van, se van pero solo temporalmente; porque siempre regresan una y otra vez.

Y yo que pensaba que sólo jugaba... cuando en realidad me utilizaba, me utilicé a mi misma cual muñeca de jirón; hasta que deshecha quedé y fría me encontré; fría sin saber porque, hasta que lo acepte... abrí aquel cofre; demasiado tarde fue, ya no quedaba más de lo que ahí encarcelé, murió y se secó; eso fue lo único que dolió; lo acepte, acepto que no puedo olvidar lo que hay detrás de ese encierro, sin embargo, ahora entiendo que puedo vivir sin ya no tenerlo.

Y ahora estoy así, tratando una vez más reconstruir, tratando una vez más el sembrar esa pequeña flor, esa pequeña flor llamada corazón, quiero volver a sentir, aunque sea un poco, quiero... sólo que ahora únicamente lo dirá el tiempo.